El próximo 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, y este año, a diferencia de los anteriores, las celebraciones serán virtuales. Ese es el llamado que hace ONU Ambiente, a unirse a la campaña La Hora de la Naturaleza, y será la oportunidad para llamar a los líderes mundiales a poner el cuidado por la naturaleza en el centro de los planes de recuperación tras el COVID 19.
La celebración, que se efectúa desde 1974, está enfocada este año en la biodiversidad, y el llamado es a unirse con la etiqueta #PorLaNaturaleza a través de las redes sociales y eventos virtuales. Se puede ingresar desde el 28 de mayo hasta 5 de junio en las cuentas de Twitter y Facebook del Programa de Naciones Unidas por el Medio Ambiente: www.facebook.com/events/585171805691289/. La convocatoria es a compartir con el mundo por qué la acción para conservar la naturaleza es importante para cada uno y usar recursos creativos para expresarse (fotos, videos, GIFs). Hay que usar las marcas #PorlaNaturaleza y #DíaMundialDelMedioAmbiente, y etiquetar a un par de personas, organizaciones o empresas y pedirles que a su vez, cuenten al mundo por qué es crucial conservar la naturaleza y qué están haciendo al respecto.
Este año, millones de personas celebrarán del Día Mundial del Medio Ambiente de forma digital. Quienes deseen participar pueden hacerlo uniéndose aquí.
La invitación es a las personas a pensar en la forma en la que consumen; a las empresas, a desarrollar modelos más ecológicos; a los agricultores y fabricantes, a producir de forma más sostenible; a los gobiernos, a salvaguardar los espacios silvestres; a los educadores, a inspirar a los estudiantes a vivir en armonía con la Tierra; y a los jóvenes, a que se conviertan en audaces guardianes de un futuro verde. Requiere de todos nosotros.
ONU Ambiente nos recuerda que “la pandemia de COVID-19 es una oportunidad de reinventar nuestra relación con la naturaleza y reconstruir un sistema mundial más amigable con el medio ambiente. Abordar el surgimiento de las enfermedades zoonóticas requiere atender su causa raíz: el impacto de las actividades humanas. A medida que crece la población mundial y nos acercamos al umbral de los 10.000 millones de habitantes, debemos comprender mejor la red de vida en la que existimos y entender su funcionamiento como un sistema íntegro. Es hora de reinventar nuestra relación con la naturaleza y ponerla en el centro de nuestra toma de decisiones”.