Esta semana cerró el proceso de inscripción para establecimientos educacionales al Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales SNCAE, herramienta que el Ministerio del Medio Ambiente ha dispuesto para abordar la educación ambiental para la sustentabilidad desde la educación parvularia hasta la educación media.
Uno de los establecimientos que se sumó al proceso fue la escuela José Antolín Silva Ormeño de Balmaceda, quienes en una actividad al aire libre oficializaron su ingreso al sistema de certificación.
“Estamos aquí en la Laguna Chiguay con los niños y profesores de Balmaceda que organizaron una escuela al aire libre, ellos a partir de hoy van a iniciar su proceso de certificación ambiental, este es un proceso en el cual los guían nuestros profesionales de educación ambiental para tener una gestión ambiental dentro del colegio, incluir materias que tengan lineamientos ambientales y así producir esta co-responsabilidad y conciencia en nuestros niños. Así que felices de que esta escuela se sume a este proceso, ya en la región contamos con el 62% de los establecimientos certificados y queremos ir por más así que por eso hemos venido hasta aquí, para seguir sumando y todos ser más sustentables”, declaró la Seremi del Medio Ambiente, Mónica Saldías, en medio de la reserva Conaf, donde más de 70 niños y niñas de la escuela Antolín Silva Ormeño aprendieron una nueva forma de hacer clases como explicó la alumna alumna Kristel Carrillo de séptimo básico “es muy lindo, muy divertido, estar al aire libre, respirar aire limpio y hacer cosas nuevas que uno no puede hacer dentro de la sala, como jugar, porque en la sala uno debe estar sentado, acá no, porque hay que escribir parado, o en el piso, entonces es más divertido”.
Por su parte la Directora del establecimiento, Angélica Catalán describió la importancia de llevar a los niños a espacios abiertos, donde puedan investigar libremente y construir nuevos conocimientos, “están maravillados, lo han pasado muy bien, han estudiado muchísimo, porque todos los cursos siguieron la planificación de sus clases al aire libre, hicieron matemáticas, midieron áreas, perímetros circunferencias, otros que en lenguaje hicieron cuentos, creando personajes en el bosque, que a ratos casi aparecían”. La profesora agradeció a Conaf por colaborar con las actividades de la escuela y a la Seremi del Medio Ambiente el apoyo y el motivación en el proceso de certificación ambiental “todo esto tiene que ver mucho también con trabajo de gestión, de oficina y esta Seremi se ha ofrecido para ayudarnos para hacer más fácil el proceso y apoyarnos en algo en lo que ya estamos trabajando y que debemos oficializar (…) la certificación me parece sumamente importante y sobre todo en esta región porque podemos con esto tener más recursos para desarrollar estas actividades medioambientales que hasta ahora hacemos a puro pulso y la buena voluntad de todo el mundo”, agregó la directora